Todo indicaba que iba a ser un
éxito, uno de los bombazons del año. Ben
Affleck, el hombre de moda gracias a su futuro papel en Batman
v. Superman: Dawn of Justice, ha conseguido arrastrar a todo tipo de
público, haters indignados incluidos. Esto unido, claro está, a la presencia de su director, David Fincher.
Salvo Drácula, la leyenda jamás contada (Drácula Untold), que se estrenará en España el 24 de octubre, y que solamente se ha acercado, nadie ha conseguido pararle los pies.
Salvo Drácula, la leyenda jamás contada (Drácula Untold), que se estrenará en España el 24 de octubre, y que solamente se ha acercado, nadie ha conseguido pararle los pies.
Perdida (Gone Girl), cuenta la desaparición
de Amy (Rosamund Pike) en el día de su aniversario. La indiferencia de Nick (Ben Affleck), su marido, le convierte en el principal sospechoso de la investigación.
Hasta aquí todo normal. Podría ser perfectamente una película de sobremesa, los más que famosos telefilms de Antena 3 del fin de semana, pero no lo es. En este caso, un experimentado director esta a los mandos y sabe lo que nos que gusta, y nos lo da. David Fincher nos sumerge rápidamente en el universo de Perdida, un lugar donde todo es maravilloso desde fuera pero que por dentro está podrido.
Con una estética oscura y fría,
acorde con los pensamientos de sus personajes, nos adentramos en el mundo de
los medios de comunicación y la frivolidad con la que operan. Creo a estas
altura ya somos plenamente conscientes de que vivimos en una sociedad totalmente
mediatizada donde en un suceso, como puede ser una desaparición, es un manjar
para programas de televisión y espectadores morbosos, ansiosos de entretenerse con
las desgracias ajenas. Pobre Ben, pensé. Pero me reí. Y mucho. Toma sonrisa Happydent.
El tío borda. Uno de sus mejores
papeles, por no decir el mejor de su carrera. Han
secuestrado, o posiblemente asesinado, a su "media naranja" pero él está super relajado, incluso se permite posar frente las cámaras con una sonrisa de oreja a
oreja junto al cartel de “missing” de su mujer.
ALERTA SPOILER
Sí amigos, para todos aquellos
que hayáis visto la película os pregunto ¿qué lleva a una mujer fingir su
muerte para darle una lección a su marido? Que está loca y es un poco putilla.
Un giro inesperado nos da en toda
la cara y se oye a un señora en la sala decir; “UUHH”. No está muerta, está de
parranda. Todo ha sido una artimaña de Amy para darle una lección de muerte a su marido
porque este le engañaba, con Emily Ratajkowski nada menos. A partir de aquí la cosa se desmadra pero se vuelve muy
interesante. El personaje interpretado por Rosemund Pike está loca, y lo ha
estado siempre.
Para evitar explayarme demasiado
en todos los nudos que conforman la mayor parte de la película, diré que las
relaciones de pareja son muy complicadas. Eso lo resume bien.
Exceptuando algunos pequeños detalles
que pueden parecer forzados; la aparición del exnovio interpretado por Neil
Patrick Harris, la supuesta investigación que tendría que haber sobre el asesinato de este y lo relatado en el diario, la historia se desarrolla de forma correcta. Te atrapa; sabes
que va a pasar pero quieres ver las reacciones, como si no hubieses visto nunca
una película.
Para acabar me centraré en el
final, un final realmente genial. Realiza una síntesis perfecta de todo el
conjunto del film. No me refiero a esa pequeña escena que sirve de prólogo y epílogo
para cerrar la historia, sino a esa otra en la que la pareja, unida
nuevamente (me he saltado buena parte de la historia, lo sé), hacen saber a
toda la audiencia que ha seguido el caso, que están esperando un hijo. Dos
seres humanos destrozados emocionalmente, inestables, y que se odian, se muestran como la
pareja perfecta que se ha reencontrado después de pasar un infierno. El
público, crédulo e inocente se lo cree. Al menos nosotros sabemos que todo es una farsa.
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